La moda andrógina es algo cada día más común en las pasarelas, pero sobre todo en las calles de las ciudades más cosmopolitas de la moda, como Londres, París, Nueva York o Tokio. Las mujeres de hoy han aprendido a explorar en otro terreno más allá de faldas y trajecitos. Desde no hace mucho, hemos empezado a usar pantalones, algo que en el tiempo de nuestras abuelas era impensable, de hecho la mía, nunca tuvo la sensación de tener unos puestos.
Parece ser que no sólo nos pasa a nosotras, sino que también los hombres tienden a ser más femeninos, que no quiere decir que tengan que ser "gays". La moda varonil ha evolucionado y se cuidan mucho más hoy que un par de décadas, van al gimnasio y se miran al espejo, y el hombre que diga lo contrario miente. NO QUIERO DECIR CON ÉSTO QUE SEAN "METROSEXUALES","GAYS", o como queramos llamarlo.
Volviendo al tema nuestro, aunque no es tan radical como lo voy a poner, tendemos al estilo masculino dentro del ámbito femenino, siempre con unos parámetros y cánones (porque hay cada cual que son pa encerrarlas,pero "pa gusto los colores"), quiero decir que al igual que nos ponemos pantalones, también nos ponemos zapatos "oxford" y "bluchers", pero como todo en esta vida, siempre depende de como lo llevemos.Este fenómeno podemos observar en casi todos los momentos de nuestras vidas, ya que desde hace algunos años las mujeres han incursionado en ámbitos que antes eran considerados meramente masculinos, el trabajo, los deportes y el tipo de vida en general, es lo que ha generado a éste cambio radical.
A lo que voy, los zapatos masculinos, también conocidos como "oxford", bluchers" son unos zapatos imprescindibles en nuestros armarios este otoño/invierno.
La forma clásica son de cordones de piel marrones o negros, al haber sido zapatos únicamente de caballeros, aunque hoy los hay de numerosos modelos, en piel o en tela, de múltiples colores, (tanto de un sólo color o bicolor), abotinados, planos o con tacón, de charol, con diferentes tipos de suelas y hasta con tachuelas... Los usamos tanto con pantalones como con faldas.
Son ideales para una buena caminata porque suelen ser muy cómodos, al ser con cordones, hace que el pie esté sujeto.
Y como siempre con unos vaqueros, una camisa blanca y una blazer, ¡Perfecta!.
Parece ser que no sólo nos pasa a nosotras, sino que también los hombres tienden a ser más femeninos, que no quiere decir que tengan que ser "gays". La moda varonil ha evolucionado y se cuidan mucho más hoy que un par de décadas, van al gimnasio y se miran al espejo, y el hombre que diga lo contrario miente. NO QUIERO DECIR CON ÉSTO QUE SEAN "METROSEXUALES","GAYS", o como queramos llamarlo.
Volviendo al tema nuestro, aunque no es tan radical como lo voy a poner, tendemos al estilo masculino dentro del ámbito femenino, siempre con unos parámetros y cánones (porque hay cada cual que son pa encerrarlas,pero "pa gusto los colores"), quiero decir que al igual que nos ponemos pantalones, también nos ponemos zapatos "oxford" y "bluchers", pero como todo en esta vida, siempre depende de como lo llevemos.Este fenómeno podemos observar en casi todos los momentos de nuestras vidas, ya que desde hace algunos años las mujeres han incursionado en ámbitos que antes eran considerados meramente masculinos, el trabajo, los deportes y el tipo de vida en general, es lo que ha generado a éste cambio radical.
A lo que voy, los zapatos masculinos, también conocidos como "oxford", bluchers" son unos zapatos imprescindibles en nuestros armarios este otoño/invierno.
La forma clásica son de cordones de piel marrones o negros, al haber sido zapatos únicamente de caballeros, aunque hoy los hay de numerosos modelos, en piel o en tela, de múltiples colores, (tanto de un sólo color o bicolor), abotinados, planos o con tacón, de charol, con diferentes tipos de suelas y hasta con tachuelas... Los usamos tanto con pantalones como con faldas.
Son ideales para una buena caminata porque suelen ser muy cómodos, al ser con cordones, hace que el pie esté sujeto.
Y como siempre con unos vaqueros, una camisa blanca y una blazer, ¡Perfecta!.