Han sufrido una enorme evolución a lo largo de la historia. Apareció en el siglo V a.c, conservando un marcado carácter religioso. En la Edad Media, eran enormes habitáculos con gigantescas chimeneas. Por el contrario en las casas burguesas y granjas, la cocina solía ser un habitáculo común tanto para la recepción de personas, como para la realización de la comida y su posterior consumo.
En el siglo XIX los progresos técnicos, como lo fueron la batería de cocina y sobre todo el horno, transformaron las cocinas en lo que los grandes chefs bautizaron como un "laboratorio". En las casas burguesas era un espacio totalmente separado del resto de la casa. Se llegó a situar en el sótano o al final de largos pasillos.
Fue considerado el terreno del ama de casa y como prueba de ello en Alemania se creó el estereotipo de las "tres K" (Kinder: niños, Kirche: iglesia, y Küche:cocina).
Ya fue en el siglo XX cuando, debido a los progresos en iluminación, los conceptos de decoración y la aparición de los aparatos de refrigeración, se ha ido integrando la cocina en el resto de la casa. Fue a mediados de siglo cuando debido a las limitaciones de espacio comenzaron a aparecer equipamientos más funcionales y comenzó la comercialización de cocinas ya equipadas.
Ganar metros en una casa es, a día de hoy, una de las principales preocupaciones a la hora de crear un hogar. El alto precio de los inmuebles ha generado que los pisos sean cada vez más reducidos, lo que nos obliga a buscar soluciones imaginativas que palien esta escasez de espacio. Una de las más útiles es, sin duda, añadir un comedor a tu cocina, lo que se llama un office.
Ya sea para albergar simplemente desayunos y comidas rápidas o para aquellas más amplias y numerosas, la posibilidad de ubicar una zona en la que comer en plena cocina supondrá numerosas ventajas.
Una de las opciones consiste en prolongar tu encimera. La suma de la extensión y de la propia encimera te proporcionará un amplio terreno que será tan confortable como la mesa de un salón más grande, con sólo poner un par de banquetas altas será suficiente para desayunar, comer, merendar...
Otra opción es una isla en la que no sólo podrás prepara la comida sino que también servirá como mesa, una forma estupenda de integrar ambas cosas y ahorrar espacio.
Si contamos con una zona algo más amplia podemos montar un office con mesa y sillas a su alrededor o un banco que tiene una doble función,la de sentarse y almacenaje. En esta ocasión, podrán ser varios los comensales que se sienten en ellas.
Son varias las utilidades con las que cuenta este tipo de disposición. El que el cocinero no tenga que ausentarse del lugar en el que se sirva la comida es una de ellas, favoreciendo un constante contacto con sus invitados. Además, lo tendrás todo mucho más fácil a la hora de la limpieza.
Son varias las utilidades con las que cuenta este tipo de disposición. El que el cocinero no tenga que ausentarse del lugar en el que se sirva la comida es una de ellas, favoreciendo un constante contacto con sus invitados. Además, lo tendrás todo mucho más fácil a la hora de la limpieza.
El color blanco lidera indiscutiblemente en este tipo de rincones, la imagen de limpieza, practicidad y continuidad visual que confiere al lugar potencia las cualidades positivas. Sin embargo, podemos optar por tonos más arriesgados, siempre que los usemos con mesura.
¿COMO OS GUSTAN LAS COCINAS?
Buen fin de semana
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